«Hoy, puedo salir a la calle y ser una persona activa. Mis sueños no tienen límites. No tengo que excluirme»
Christa, enferma de PDIC
«Padezco polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (PDIC) desde hace varios años. Desde 2013, he estado utilizando inmunoglobulina intravenosa (IGIV), un tratamiento con proteínas plasmáticas. Me gusta decir que «me da vida», porque te da un chute de energía y elimina tus síntomas en cuestión de días. Antes de mi diagnóstico, no tenía idea de lo que era esta enfermedad o de que existía esta forma de tratamiento.
Los tratamientos con proteínas plasmáticas representan la salvación para mí y otras personas con patologías cuyo único terapia posible es un tratamiento con proteína plasmática. Sin él, no sería capaz de vestirme o bañarme, cocinar por mí misma, trabajar o ir al colegio a estudiar para sacarme mi título en Salud Pública, porque no sería capaz de teclear ni tendría energía para aguantar todo el día. Con esta enfermedad, tu cuerpo destruye la capa protectora que envuelve los nervios, rompe la comunicación de las neuronas con el cerebro, haciendo que coger un lápiz o incluso caminar una corta distancia sea muy difícil.
Se necesita fuerza para recibir estas infusiones cada par de meses, lo que, para alguien que se cansa todos los días, se convierte en una montaña.
Creo que hace falta concienciación sobre estos tipos de patologías crónicas. La vida me ha cogido por sorpresa, pero también me ha expuesto a mi pasión por la salud pública. Al haber sido diagnosticada cuando era muy joven con una enfermedad que tendré el resto de mi vida, los tratamientos con proteínas plasmáticas me van a permitir tener una familia y un futuro. Cuando pienso en lo que quiero hacer, aparte del cansancio, ya no me excluyo automáticamente de todo, y pienso vivir mi vida al máximo».